sábado, 1 de agosto de 2015

¿Talento o entrenamiento?




Alguna que otra vez hemos escuchado decir aquello de “ha nacido para esto…”, haciendo referencia a alguien que tiene una cierta habilidad o talento para algo.

El talento o la habilidad no es garantía de éxito; además de ello, es necesario el entrenamiento. El talento es importante, pero sin entrenamiento sólo supondrá el 10% de los resultados. Sin embargo el entrenamiento constante, ayuda a alcanzar habilidades que  puede acercarnos al 90% de los resultados.

Mi padre fue mecánico, tenía un taller propio, utilizaba con destreza el torno y la fresadora. En aquel ambiente yo escuchaba decir que para ser un buen tornero, era necesario nacer con esas habilidades. Dicho esto, se presuponía que un tornero ya nacía con ese talento. Es decir, yo que de “manitas” tenía poco, más bien era un “manazas”, estaba inhabilitado para ser tornero o fresador.

Con el tiempo, me formé – en aquella extinta Formación Profesional, cuando aún le daba la mano a la Maestría Industrial – como mecánico. Adquirí los conocimientos técnicos para ver la pieza finalizada en un trozo de acero en bruto, adquirí la técnica suficiente para diseñar, calcular y ejecutar el proceso y hacer que la pieza fuese perfecta. Alcancé el nivel que buscaba como mecánico. Tal fue la sorpresa de mis avances que un día sorprendí a mi padre, echado en su cama, leyendo uno de mis libros de Tecnología, intentando comprender el desarrollo canónico de un proceso de fresado. Cualquiera, con técnica, preparación y entrenamiento constante puede hacer casi cualquier cosa.

Confieso que jamás desarrollé mi vida profesional en la mecánica. Una vez conseguida aquella meta, preferí estudiar y dedicarme a otros espacios.

Técnica, preparación y entrenamiento constante, hacen al mecánico, al vendedor, al ingeniero, al informático e incluso nos ayuda a adaptamos a las habilidades sociales.





No hay comentarios:

Publicar un comentario