miércoles, 23 de marzo de 2016

Consiguiendo éxitos



Antes del 6 de mayo de 1954 existía una creencia común: “el hombre no estaba capacitado para correr 1 milla en menos de 4 minutos”, era físicamente incapaz de conseguirlo; incluso algunos estudios médicos así lo aseguraban, razonándolo en la estructura ósea y muscular humana. Este hito, fue una barrera psicológica que el ser humano intentaba superar desde el siglo XIX, sin éxito. Lo cierto es que muchos lo habían intentado y nunca se había batido esa marca, ni se podría según la creencia establecida.

Cuando algo así nos ocurre y sistemáticamente no conseguimos un objetivo, pensamos y llegamos a creer que esto es así y que siempre ha sido así, sin más, llegamos a establecer un límite: nuestras creencias limitantes. Y apartamos otras posibilidades, opciones y métodos.

Ese día Roger Bannister rompió la barrera de los 4 minutos, la estableció en 3’59.4’’, la mítica barrera había caído. Entonces ocurrió algo curioso, lo imposible fue posible. En menos de dos meses el australiano John Landy le arrebató el record mundial, superó esa marca dejándola en 3’58’’. Desde entonces, más de 20.000 personas lo han conseguido. ¿Qué pasó para que todas estas personas, incluso jóvenes de secundaria lo consiguiesen?
Simplemente sabían que se había hecho, que era posible. Hubo otra creencia, una creencia no limitante, sino potenciadora que rompía lo “inalcanzable”. Esas más de 20.000 personas llegaron a la pista creyendo, siendo sabedores en su interior que alguien lo había logrado, ¡era posible y ellos podían hacerlo!

Si alguien puede convertir un sueño en realidad, entonces tú, yo y todos también podemos hacer nuestros sueños en realidad. Sólo hay que verlo claro dentro de nuestra cabeza, creer, entrenarse para el éxito y luchar con denuedo.
Quizás necesitamos ver que alguien ha conseguido metas, para ser capaces nosotros mismos de alcanzarlas. Sin embargo, no basta con creer. Estar preparados es fundamental, como lo es el esfuerzo y sacrificio, sin ellos no hay éxito.


Como curiosidad Roger Bannister abandonó el atletismo y consiguió, según él, su mayor triunfo: acabar medicina y convertirse en un reputado neurólogo. Para nadie fue notoria aquella hazaña, sólo para él. Los sueños son nuestros, nos pertenecen y nadie puede arrebatárnoslo al menos que lo consintamos. 

Manuel Jigato Rubio
Coach Ejecutivo y
CEO de QuercusBPR