lunes, 14 de diciembre de 2015

Lo más básico del Coaching



¿Qué es el Coching?
Hay muchas definiciones similares, yo me quedo con una idea rápida: “El Coaching es un proceso de entrenamiento personalizado y confidencial. No consiste en una adquisición de conocimientos o técnicas específicas; con el Coaching defines tus objetivos, te enfrentas a la realidad, tomas consciencia y te lanzas al cambio, mediante un plan de acción”.

¿Para quién es el Coaching?
Para aquellos que tengan claro que deben tomar el timón de su vida y poner rumbo a un objetivo.

¿Sueños u objetivos?
Sueña lo que quieras, deja volar la imaginación. Luego, mediante el Coaching puedes definir tus objetivos, analizar y optar por la forma de conseguirlos.

¿Qué consigo o puedo alcanzar con el Coaching?
Desde el punto de vista personal puedes desarrollar habilidades, competencias, aptitudes, superar bloqueos y optimiza tu desarrollo personal, conseguir metas u objetivos, gestionar el cambio (situaciones laborales, personales...), superar inseguridades o miedos, relaciones personales y familiares, y se puede trabajar la autoestima, la motivación, las emociones, las creencias, y muchas otras posibilidades para llegar a la felicidad. De la felicidad ya hablaremos otro día, es un concepto demasiado complejo.

Desde el punto de vista empresarial, atendiendo a emprendedores, gerentes, ejecutivos y empresarios podemos diferenciar que sirve para fortalecer objetivos, gestionar el tiempo, conciliar la vida personal y laboral, lanzar puentes de comunicación en las relaciones laborales, gestionar equipos de trabajo, motivar en ventas, y un sinfín de oportunidades.

¿Y de todo esto sabe un Coach (entrenador)?
No, en absoluto. Quien más sobe sobre ti, eres tú. Y dentro de ti están todos los recursos y la creatividad necesaria, aunque no lo creas. Si te hicieses las preguntas correctas, verías que en ella misma están casi todas las respuestas.
En cuanto a los negocios, son los empresarios y los integrantes de la empresa quienes más saben de su entorno. El Coach o entrenador, remueve las estructuras para que se obtengan todas las posibilidades para el mayor beneficio.
Como dice Leonard Wolf, “somos sopladores de brasas”. Soplamos ese rescoldo que hay en el interior de las personas para reavivar una llama. “Hacer fuego, sin crear humo”.

¿Está reglado el Coaching?
No. Actualmente no existe una legislación educativa al respecto. Sin embargo existen organizaciones que conjugan sus acreditaciones y que están en constante dialogo y certifican conocimientos y experiencias. Incluso varias universidades se adhieren a estas organizaciones para formalizar cursos emitidos por ellas mismas. Organizaciones reconocidas: ASESCO, IFC o AECOP.

¡Quiero saber más sobre Coaching!, ¿es caro?
Pues no lo dudes, consúltanos en este enlace. ¿Caro?, cada profesional tiene sus precios por sesiones o por pack, lo cierto es que los resultados es lo realmente valorable.  

Coach Ejecutivo y
CEO de QuercusBPR
www.quercusbpr.es


miércoles, 9 de diciembre de 2015

La importancia del Coaching en los procesos empresariales y sus herramientas.


Hay quién se extraña porque el coaching utiliza como herramienta más habitual la pregunta, y de forma añadida otras como las dinámicas, la música, u otras no habituales desde un punto de vista técnico y de altos vuelos, con altas dosis de sentido cognitivo. Se extrañan de la no sofisticación – aparentemente – de las herramientas, de no verse sorprendidos por el elemento externo: el entrenador o coach. En ocasiones se nos exige resultados con las mismas herramientas que usan las empresas; cuando en realidad los resultados se dan por la determinación firme del cliente hacia el cambio, haciendo algo distinto de lo que hasta ahora no le dio los resultados deseados.

Esto pudiera ser, y lo es, un hándicap que el entrenador experto debe solventar, porque los coaches no somos elementos externos, como lo pudiera ser un consultor; somos el acompañante que cuestiona y hace reflexionar sobre las verdades básicas que todos tenemos y las creencias establecidas per se, nos convertimos – sin ser consejeros – en el Pepito Grillo de nuestro Pinocho interior.

Cuesta sacar al cliente de su ámbito, para que sea capaz de obtener otro punto de vista. En ciertas circunstancias invito a algunos clientes a que paseemos por el campo, haciendo senderismo, o a tomar café en espacios de ensueño, o a visitar lugares fuera del normal trasiego empresarial. Salimos de la rutina.

¿Dudamos hoy de Platón o de Sócrates? El coaching aunque es una técnica relativamente nueva, sin embargo era muy usada en la antigüedad; cercana a la mayéutica, al método socrático que mediante preguntas que se van haciendo, el cliente consigue descubrir nociones que en él estaban latentes, y quizás se negaba – por cuestiones diversas – a optimizar.

¿Alguien no se ha emocionado con una música, quién no ha respirado profundo al amparo de una música y ha dicho “puedo…” o “necesito…”? Platón decía que la música era para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo.

Tras muchos años – veintiocho – en la empresa privada de carácter tecnológico (TICs), en pymes y en multinacionales, he verificado velocidades y tomas de decisiones a veces no acertadas – no por mi visión, sino por lo empírico de los hechos en el tiempo –. A la par, mi vida particular frecuentaba círculos donde la filosofía y el pensamiento se envolvían en preguntas. “Haz la pregunta de forma correcta y en ella hallaras implícitamente la respuesta”, fue una de las muchas enseñanzas que aprendí. Y por fortuna o por búsqueda, llegué al coaching.

Fue un momento mágico, desde mis primeros pasos comprendí que los conceptos de coaching y consultoría, aunque fuesen distintos, podían aunarse, no tenían por qué ser antagónicos. Usando el coaching de forma transversal podía lograr excelentes resultados del análisis de procesos, de la reingeniería de procesos, de los sistemas de triple impacto e incluso de las herramientas de innovación. Con esta simbiosis se consiguen espacios amables, seguros y competitivos. Me di cuenta que en las empresas se reducía notablemente el rechazo al cambio, porque el cambio nacía del seno de la propia empresa, no era dictado ni impuesto.

Me di cuenta que las personas podían crecer junto con las empresas, y esto es un elemento motivador. En mis años en grandes multinacionales me he dado cuenta que existen departamentos de Recursos Humanos que son el menos humano de los recursos; por el contrario, me he encontrado profesionales de estos departamentos que tienen otra alma, y tienen la convicción que es necesario cambiar el sentido de estos espacios, y convertirlos en Departamentos de la Felicidad.

¿Sabíais que la felicidad es productiva? Un empleado, trabajador o colaborador feliz – o que se sienta feliz – genera en su entorno, a su alrededor, un halo más proclive a la productividad que otro en constante desacuerdo y enfrentamiento con la empresa, el empresario y su entorno laboral (léase jefes, jefechillos, jefazos o incluso compañeros).

Si nos pasamos casi una tercera parte de nuestra vida, o más, en el entorno laboral, ¿por qué hacerlo en un habiente hostil?, ¿qué resultados tendríamos si el habiente laboral fuese armónico?, ¿cómo influiría en la empresa si la implicación laboral fuese máxima?, ¿qué separa al individuo del proyecto empresarial?, ¿conoce el proyecto empresarial lo suficiente como para implicarse en él?

¿Cómo influiría en nuestras empresas si se diese un espacio para la reflexión, cuestionar métodos y buscar soluciones?

También es bueno crecer.


Manuel Jigato Rubio
Coach Ejecutivo y
CEO de QuercusBPR


sábado, 3 de octubre de 2015

Primer Coworking Rural Andaluz.


Como ya anunciamos en nuestra web y en las redes sociales, del 7 al 12 de septiembre, asistimos en Fuenteheridos al Prirmer Coworking Rural Andaluz de la mano de Alma Natura.
Esta empresa de carácter social enfocada al entorno rural desplegó – como es habitual en ella – el encanto seductor de lo ameno y sencillo.

Durante estos días, ricos en estrategias, descubrimos herramientas de análisis e innovación, sensibilidades que nos unen a nuestros clientes, y en la práctica del entorno – la sierra onubense – descubrimos la buena praxis empresarial y puntos de mejora, la actitud frente a un conformismo que amenaza a nuestro esqueleto empresarial.
 
Aunque es necesario pensar que el músculo financiero es importante y necesario en la capacidad de nuestras empresas, no es menos importante la innovación en procesos. La mejora de procesos se convierte en la antesala al éxito. Es cierto que la asfixia financiera de los últimos años ha dañado al tejido empresarial; sólo en el periodo 2012-2014 se han perdido cerca de 80.000 empresas (según datos del DIRCE), pero para haber llegado a esa aniquilación por excusas o motivos financieros, antes se han debido producir errores o falta de mejoras en el día a día del negocio. 

Y es aquí precisamente donde QuercusBPR se reafirma. Es posible conseguir mejoras que potencien nuestras actividades empresariales a cualquier escala, autónomos, micropymes y pymes.


Mejorar es posible. Se pueden crear espacios amables, seguros y competitivos que mejoren la rentabilidad. Según qué circunstancias, a veces, ni siquiera es necesario – a priori – quitar lo malo, sino potenciar lo bueno de nuestro negocio. Innovar y optimizar nuestros procesos es necesario para afrontar un futuro con éxito.                                                                                    www.quercusbpr.es

jueves, 1 de octubre de 2015

Alineación de valores



Decía Alvin Toffler que “los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer y escribir, sino aquellos que no puedan aprender, desaprender y reaprender”.
Lejos quedaron aquellas voces que se oía con insistencia en la última década del siglo pasado: “…quienes no sepan idiomas e informática serán los verdaderos analfabetos del próximo siglo”.
Llegas a la conclusión de que nada para, todo evoluciona. Ya no es cuestión de conocimientos, es cuestión de formas y actitudes. Es primordial encontrar, de forma honesta, el punto en el que te encuentras – para ello triangula –, te será útil. Sin duda tendrás que conocerte a ti mismo a la perfección. Sé humilde, pero busca tus oportunidades, márcate hasta donde quieras llegar, y ve a por ello.
Jamás olvides en el camino tu vida personal y tu familia, si lo haces, habrías fracasado aun consiguiendo tus metas.
La alineación de tus valores personales, de tu proyecto de vida, con tus valores profesionales o empresariales, es fundamental. Si quieres te ayudamos.                                                                            www.quercusbpr.es

sábado, 1 de agosto de 2015

¿Talento o entrenamiento?




Alguna que otra vez hemos escuchado decir aquello de “ha nacido para esto…”, haciendo referencia a alguien que tiene una cierta habilidad o talento para algo.

El talento o la habilidad no es garantía de éxito; además de ello, es necesario el entrenamiento. El talento es importante, pero sin entrenamiento sólo supondrá el 10% de los resultados. Sin embargo el entrenamiento constante, ayuda a alcanzar habilidades que  puede acercarnos al 90% de los resultados.

Mi padre fue mecánico, tenía un taller propio, utilizaba con destreza el torno y la fresadora. En aquel ambiente yo escuchaba decir que para ser un buen tornero, era necesario nacer con esas habilidades. Dicho esto, se presuponía que un tornero ya nacía con ese talento. Es decir, yo que de “manitas” tenía poco, más bien era un “manazas”, estaba inhabilitado para ser tornero o fresador.

Con el tiempo, me formé – en aquella extinta Formación Profesional, cuando aún le daba la mano a la Maestría Industrial – como mecánico. Adquirí los conocimientos técnicos para ver la pieza finalizada en un trozo de acero en bruto, adquirí la técnica suficiente para diseñar, calcular y ejecutar el proceso y hacer que la pieza fuese perfecta. Alcancé el nivel que buscaba como mecánico. Tal fue la sorpresa de mis avances que un día sorprendí a mi padre, echado en su cama, leyendo uno de mis libros de Tecnología, intentando comprender el desarrollo canónico de un proceso de fresado. Cualquiera, con técnica, preparación y entrenamiento constante puede hacer casi cualquier cosa.

Confieso que jamás desarrollé mi vida profesional en la mecánica. Una vez conseguida aquella meta, preferí estudiar y dedicarme a otros espacios.

Técnica, preparación y entrenamiento constante, hacen al mecánico, al vendedor, al ingeniero, al informático e incluso nos ayuda a adaptamos a las habilidades sociales.





jueves, 11 de junio de 2015

El huracán de los momentos.



Creo recordar que fue el prestigioso doctor en Ciencias Económicas y Marketing, Cósimo Chiesa, el que decía “o cambias o te cambian, estamos viviendo en un mundo de cambio tan maravilloso como peligroso”.  Y es cierto.

Recuerdo la época en la que comencé a oír el concepto de Calidad, la famosa Q. De repente, sin saber cómo ni por dónde, desembarcó en mi  mundo la I+D. Por aquellos años, siendo mecánico (fresador, tornero...), electrónico e informático, me enfrasqué en el mundo de la robótica. ¡Qué apasionante y delicioso mundo! Disfruté de lo lindo sin obtener ni un euro, por entonces pesetas, que las añoro ahora.

Y de sopetón, tras unas vacaciones de verano, llegó la I+D+i. Ya no sólo bastaba la Investigación y el Desarrollo, sino que teníamos que convivir con la innovación. La innovación y el Desarrollo – palabra ésta última muy usada en política especulativa – se alojaron en nuestra sociedad empresarial avanzada, medios de comunicación y foros. Convivieron un tiempo con el desarrollo de las TICs. Esta época me recordó, a una ya pasada, cuando “destripaba” el microprocesador 8080 y 8086 y jugaba con su código máquina; pronto llegó el “286” y mientras lo destripaba apareció el “386”, ¡leches…!, aquel libro que me compré venía en inglés, ¡guau!, eso me gustaba. No había empezado su análisis cuando apareció el “486”. Me desbordó. Trabajo, microprocesadores, Unix, aquel Microsoft que despuntaba y novia, pudieron conmigo. Tuve que elegir: ¡Unix! Y me equivoqué en el camino, con los años tuve que pasar aceleradamente a Microsoft. No me daba cuenta que el mundo avanzaba, y que en vez de tripular varios barcos, debía abrazar el mástil de aquel que desplegara más velas.                          

Pronto pasó la época de la I+D+i, y las empresas y la política adoptaron otra estrategia para avivar los mercados financieros: las renovables. Las energías renovables se convirtieron en otro filón, dignas de toda atención e inversión. Luego, la cosa cambió y de atención e inversión, pasaron a ser dignas de estudio para sus respectivos impuestos. Y se acabaron las subvenciones tan golosas de años atrás, y decidimos ponerles impuestos al sol, al viento, y por qué no al aire. Y hablando de aire, recuerdo aquel motor de aire comprimido que en vez de petróleo consumía aire – contaminado por cierto y lo convertía en aire puro, a 0ºC – y sólo consumía 0,5 l de aceite a los 50.000 km. Esto fue otra historia de la que no se hizo eco la prensa, la política ni la Sociedad. Al final, creo que la patente se vendió a un grupo indio.

Con la crisis del 2008 aparece la panacea: el emprendedor. Tenemos que emprender, todos debemos ser emprendedores. ¿Te quedas en paro?, te conviertes en emprendedor. Craso error de los números sin alma. ¿Todos valemos para ser emprendedores?, ¿todos tenemos espíritu de emprendedor? Muchas veces faltan conocimientos, procedimientos, guías, ideas…, pero hay algo fundamental que puede aproximarnos al éxito: ¡sangre!, sangre de emprendedor. Si no crees en tu proyecto, en ti y en tu éxito, es mejor que pidas ayuda; porque la vas a necesitar. Y es en ese momento cuando uno se da cuenta que los jóvenes, los menores de 33 años, no emprenden, ¡arriesgan! Y eso es un torbellino que lo rompe todo y atrae a los inversores.

Aprendí con el coaching a verlo todo desde distintas perspectivas, a calzarme los zapatos de otro, a definir mis objetivos, a reconducir el camino y a generar mi plan de acción. Y después de todo esto, tres consejos: disciplina, disciplina y disciplina.
Fue Pedro Marcos, quien abrió el tarro de las esencias. Con su “hay te dejo esa” me hizo reflexionar y encontrarme. Y Javier, mi mentor, el que supo, con delicada paciencia, peraltar las curvas de un camino sinuoso. Gracias a ellos supe optimizar todo lo acumulado, hasta el punto de alcanzar mis sueños, de convertir lo imposible en posible. Es muy fácil: a imposible, le quitas el “im” y te queda POSIBLE.

Así que ¿te adaptas o abrazas el huracán de los momentos que vivimos? A veces hay que saber elegir con quién complicarse la vida.